Descubre el fascinante universo detrás del Tejate de Oaxaca, un tesoro en la rica tradición gastronómica mexicana. Conocido como "la bebida de los dioses", este elixir prehispánico no solo sacia la sed, sino que cuenta una historia milenaria. Desde tiempos antiguos, el tejate ha sido el protagonista de rituales y ceremonias, una mezcla sagrada de maíz, cacao, una pequeña flor llamada rosita de cacao y el enigmático pistle o semilla de mamey (una fruta naranja familia del aguacate), que se fusionan en una mezcla de sabores y texturas.
El proceso de elaboración es todo un arte, donde los ingredientes son sometidos a un meticuloso proceso de tostado y molienda en el metate, esta singular piedra volcánica que se utiliza para moler granos y semillas. Después de crear una fina masa con todos estos ingredientes, las hábiles manos de las tejateras entran en acción y comienzan a batirla en el apastle, cazuela de barro rojo pintada por dentro con greta (un polvo que al mezclarlo con agua pinta las piezas de color verde esmeralda), el cuál tiene como función mantener fresco el tejate por mucho tiempo. Es aquí donde la magia ocurre, donde la espuma perfecta cobra vida, convirtiendo cada sorbo en una experiencia sensorial única.
Pero el tejate es mucho más que un simple deleite para el paladar, es también una fuente de energía y nutrientes, proporcionando proteínas, fibra, calcio, potasio, hierro y zinc en cada refrescante trago. ¿Quién hubiera pensado que detrás de esa espuma tan celestial se esconden tantos beneficios para la salud?
Y hablando de la espuma, ¿sabías que su abundancia está estrechamente ligada a la perfecta temperatura en las manos de la tejatera? Una buena temperatura en las manos de las tejateras puede significar una espuma más generosa, un indicador de una preparación exitosa. ¡Todo un arte en sí mismo!
Cabe mencionar que esta bebida tradicionalmente se sirve en un recipiente elaborado de la fruta de un árbol llamado "Morro" o “Jícara” este instrumento, al igual que el apastle mantiene fresca la bebida. Las jícaras hoy son pintadas a mano y tienen diseños de aves y flores de la región, este recipiente no solo se utiliza para tomar tejate, sino también para tomar agua, atole, mezcal y otro tipo de bebidas oaxaqueñas.
Por si fuera poco, el tejate tiene otro as bajo la manga: proporciona la misma cantidad de proteína y fibra que una porción de tortillas. ¡Una auténtica joya de la gastronomía oaxaqueña!
Hoy en día, el Tejate continúa cautivando corazones y paladares, manteniendo viva la rica cultura de Oaxaca. Su nombre resonando en náhuatl como texatli (agua harinosa), textle (harina) y atl (agua), invita a sumergirse en un viaje a través del tiempo, donde cada sorbo es un tributo a la historia y la tradición. Así que déjate llevar por su encanto y sumérgete en el mundo mágico del Tejate, donde el pasado y el presente se fusionan en un solo trago. Y no podemos olvidar su origen prehispánico en los valles centrales de Oaxaca, donde era parte de ceremonias de siembra y cosecha, ¡un detalle que hace que cada sorbo sea aún más especial!
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